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INFORME FISCAL Y FINANCIERO DE LAS PROVINCIAS - al cuarto trimestre acumulado de 2024-


Resumen Ejecutivo

Al cierre de 2024, las provincias argentinas mostraron una mejora significativa en sus cuentas públicas. El consolidado provincial registró un superávit primario de $2,30 billones y un superávit financiero de $0,77 billones, en un contexto en el que la caída real del gasto superó a la baja en los ingresos. Esto representó una reversión respecto al mismo trimestre de 2023, cuando el resultado financiero fue deficitario.


Solo seis provincias cerraron el año con déficit financiero y apenas tres con déficit primario, lo que evidencia una consolidación fiscal generalizada a nivel subnacional. Esta mejora fue producto de una política de ajuste del gasto, que se redujo un 15,1% interanual en términos reales, frente a una contracción del 12,7% en los ingresos.


A pesar del ajuste, los ingresos tributarios se mantuvieron como la principal fuente de financiamiento provincial, representando el 78% del total, con una alta dependencia de la coparticipación federal (45% de los ingresos provinciales). Dentro de los tributos propios, el Impuesto a los Ingresos Brutos explicó el 82% de la recaudación.


En términos per cápita, la distribución de la coparticipación mostró fuertes asimetrías: Tierra del Fuego, Catamarca y Formosa se ubicaron por encima del promedio nacional, mientras que Buenos Aires, CABA y Córdoba registraron los valores más bajos. Las transferencias no automáticas, por su parte, cayeron al 2% de los ingresos totales, el menor nivel de los últimos años.


El gasto provincial continúa mostrando una estructura rígida, con alta participación de salarios y prestaciones sociales, lo que limita el margen para gastos discrecionales. Los recortes se concentraron principalmente en personal, obra pública y transferencias.


En materia de deuda, el stock consolidado alcanzó el 26% de los ingresos, con un 79% en moneda extranjera. Buenos Aires concentró más de la mitad del total provincial. Si bien la carga relativa de deuda se redujo al menor nivel en diez años, ello se explicó en parte por el efecto de la devaluación de diciembre de 2023, que licuó pasivos en términos reales.


Durante el primer trimestre de 2025, el Gobierno Nacional continuó mostrando superávit tanto primario como financiero ($4,4 billones y $1,3 billones, respectivamente), equivalentes al 0,5% y 0,2% del PIB. No obstante, este resultado mostró una tendencia descendente: los ingresos permanecieron estables, mientras que el gasto creció un 11,1% real interanual, impulsado por el efecto de una base de comparación muy baja en 2024.

Entre los componentes del gasto, se destacó el aumento de las transferencias no automáticas a provincias, que crecieron un 335% interanual. Sin embargo, si se excluye el efecto excepcional del fallo de la Corte Suprema en favor de CABA, el incremento fue del 92% frente a 2024, aunque todavía 76% por debajo del nivel de 2023. Las transferencias automáticas, en tanto, aumentaron un 16% real respecto al primer trimestre de 2024, pero aún permanecen 6% por debajo del valor de 2023.







Análisis fiscal

I. Resultados fiscales

Al cierre del cuarto trimestre de 2024, el consolidado de las provincias argentinas registró un superávit primario de $2,30 billones y un superávit financiero de $0,77 billones, luego de descontar pagos por intereses de deuda por $1,54 billones. En relación con los ingresos totales, este desempeño fiscal se ubicó como el tercero más elevado para ese período en la última década, solo por detrás de los alcanzados en 2021 y 2022.



Del total de jurisdicciones, solo 6 registraron déficits financieros: Chaco, Buenos Aires, Catamarca, Entre Ríos, Río Negro y Tierra del Fuego. A su vez, únicamente tres provincias presentaron déficits primarios: Chaco, Buenos Aires y Catamarca.



Al igual que en los trimestres previos de 2024, la caída más pronunciada de las erogaciones en comparación con los ingresos permitió una mejora en los resultados primario y financiero. En términos reales interanuales, el gasto se redujo un 15,1%, mientras que los ingresos lo hicieron en un 12,7%. Como resultado, al cuarto trimestre de 2023 el superávit primario representaba apenas el 0,2% de los ingresos, y el resultado financiero era deficitario, equivalente al -2,0%. En contraste, ambos resultados fueron superavitarios en 2024, alcanzando el 2,6% en el caso del resultado primario y el 0,9% en el financiero.

Además, es importante destacar que los niveles alcanzados tanto de ingresos como de gastos resultan comparables con los observados en 2020, durante el período más crítico de la pandemia de COVID-19.



Como se mencionó previamente, los intereses de deuda ascendieron a $1,54 billones al cuarto trimestre acumulado de 2024, lo que equivale al 1,8% de los ingresos totales del período. Este porcentaje se redujo levemente en relación con el año anterior y representa uno de los niveles más bajos de los últimos años, siendo superado únicamente por el registrado en 2015.



II. Ingresos Totales

Los ingresos de las provincias provienen principalmente de dos fuentes: los ingresos corrientes y los ingresos de capital. Los primeros son esenciales para la financiación gubernamental, ya que cubren los gastos operativos regulares, mientras que los segundos, aunque menos frecuentes, son cruciales para financiar proyectos de inversión a largo plazo.

A lo largo de la historia, los recursos tributarios, tanto nacionales como provinciales, han sido la principal fuente de ingresos de las provincias. Al cuarto trimestre de 2024, los ingresos tributarios representaron el 78% del total, siendo los de origen nacional los de mayor participación. Esto pone de manifiesto la significativa dependencia de las provincias de los recursos provenientes del gobierno nacional, debido a su limitada capacidad para generar ingresos propios. Como consecuencia, los gobiernos subnacionales dependen en gran medida de las transferencias nacionales, lo que restringe su autonomía financiera y su capacidad de tomar decisiones sobre sus propios recursos.

Dentro de los ingresos tributarios provinciales, el Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) tiene la

mayor participación, representando el 82% de la recaudación.



En cuanto a la evolución de los ingresos, se observó una reducción del 12,7% en términos reales en comparación con el mismo período de 2023, lo que implicó una pérdida de recursos por $12,7 billones para el consolidado de las provincias. De esta pérdida, el 46% corresponde a los ingresos tributarios, el 27% a las transferencias corrientes, el 13% a los ingresos de capital, el 9% a rentas de la propiedad y el 7% a las contribuciones a la seguridad social. Por su parte, los ingresos no tributarios fueron los únicos que experimentaron un leve incremento (+2%).


Los ingresos provenientes de la coparticipación federal de impuestos —es decir, los recursos tributarios de origen nacional— constituyen la principal fuente de financiamiento para las provincias. Al cuarto trimestre de 2024, representaban el 45% del total de los recursos provinciales.


Entre los impuestos coparticipables se encuentran el impuesto al cheque, el impuesto a las ganancias, el impuesto al valor agregado (IVA), los impuestos internos (excepto los relacionados con seguros, la transferencia de inmuebles, el juego y el tabaco), y el impuesto sobre el capital de las cooperativas.

En lo que respecta a la distribución per cápita de la coparticipación, al cuarto trimestre de 2024 solo ocho provincias se ubicaron por encima del promedio. Tierra del Fuego encabeza el ranking, seguida por Catamarca, Formosa, La Rioja, Santa Cruz, Chaco, San Luis y San Juan. En el otro extremo, las jurisdicciones que reciben menores montos per cápita de recursos coparticipables son la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Buenos Aires, Mendoza, Córdoba y Neuquén.


En cuanto a la contribución de las transferencias automáticas a los ingresos totales de cada provincia, se observa una notable dependencia en las provincias del norte argentino. En contraposición, en CABA representan menos del 10% de los ingresos totales, mientras que en Neuquén esta cifra desciende al 15,1%.



Asimismo, los gobiernos subnacionales reciben transferencias no automáticas del gobierno nacional. En los últimos años, dichas transferencias representaron, en promedio, el 4% de los ingresos totales de las provincias. Sin embargo, al cuarto trimestre acumulado de 2024, las transferencias corrientes solo representan el 2,0% de los ingresos totales de las provincias, debido al recorte implementado por el gobierno nacional.

Al analizar las transferencias corrientes por habitante, al cuarto trimestre acumulado de 2024, CABA, Tierra del Fuego, Jujuy, Santa Cruz y Misiones lideran el ranking, ubicándose por encima del promedio nacional. En contraposición, las provincias que reciben menores montos per cápita por este concepto son Neuquén, San Luis, Formosa, Córdoba, Tucumán y Río Negro.



En cuanto a la contribución de las transferencias no automáticas a los ingresos totales de cada provincia, CABA se destaca junto a Jujuy, liderando el ranking de mayores transferencias recibidas como porcentaje de sus ingresos.



III. Gastos Totales

Los gastos de una provincia se dividen en gastos corrientes, necesarios para el funcionamiento diario, y gastos de capital, destinados a inversiones estratégicas a largo plazo.

Los gobiernos subnacionales tienen una ventaja sobre los gobiernos nacionales al ser más cercanos a las necesidades locales y poder adaptar con mayor eficacia la prestación de servicios públicos a las demandas de la población. Por ello, comprender la distribución del gasto público a nivel subnacional es esencial para garantizar la ejecución eficiente de las políticas públicas.


A continuación, se detalla la composición de los gastos primarios, que incluyen los gastos totales excluyendo el pago de intereses de deuda:


A lo largo del tiempo, se ha observado que alrededor de la mitad de los ingresos generados por las provincias se destinan al pago de sueldos de empleados públicos.


Además, una porción significativa de esos ingresos se transfiere a los municipios y se destina al pago de prestaciones sociales. Esto sugiere que los gobiernos subnacionales tienen un margen muy reducido para realizar gastos no discrecionales.


En cuanto a la reducción global de las erogaciones, esta disminuyó un 15,1% en términos reales respecto al mismo período del año anterior, lo que equivale a un recorte de $15,4 billones en el gasto público provincial para el consolidado de distritos subnacionales. De este total, el 43% del recorte se concentró en el gasto en personal, el 25% en el gasto de capital, principalmente debido a la paralización de la obra pública, y el 15% en las transferencias corrientes, entre otros.


IV. Primer trimestre 2025

Durante el primer trimestre de 2024, el Gobierno Nacional registró superávit tanto primario como financiero en todos los meses, acumulando $4,4 billones y $1,3 billones, respectivamente. De esta manera, cerró el período con un superávit primario equivalente a aproximadamente el 0,5% del PIB y un superávit financiero cercano al 0,2% del PIB.


Sin embargo, este desempeño positivo muestra una tendencia decreciente, tanto en la comparación mensual como interanual. Al primer trimestre de 2025, los ingresos se mantuvieron en niveles similares a los del mismo período de 2024, mientras que el gasto se incrementó un 11,1% en términos reales. Este aumento se explica, fundamentalmente, por la muy baja base de comparación del año anterior, cuando los recortes se concentraron en asignaciones para jubilaciones y pensiones, en la reducción de transferencias a provincias, en la paralización de la obra pública y en la

eliminación de subsidios al transporte y la energía.



Entre los rubros que registraron mayores incrementos se destacan las transferencias no automáticas a las provincias, que aumentaron un 335% en relación con el primer trimestre de 2024. Sin embargo, al compararlas con el mismo período de 2023, se observa una caída del 30%, lo que refleja el fuerte ajuste aplicado durante el año anterior y el efecto de una baja base de comparación.


Cabe destacar que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires percibió en el primer trimestre de 2025 un monto excepcional como consecuencia del fallo de la Corte Suprema vinculado a la Coparticipación Federal de Impuestos. Si se excluye este efecto, las transferencias no automáticas muestran un incremento del 92% respecto de 2024, aunque aún reflejan una caída del 76% en comparación con 2023.



Por otro lado, las transferencias automáticas registraron un incremento del 16% interanual en términos reales durante el primer trimestre de 2025. No obstante, al compararlas con el mismo período de 2023, se observa una caída real del 6%.




De esta forma, en términos consolidados, solo ocho provincias recibieron, en el primer trimestre de 2025, transferencias automáticas per cápita superiores al promedio nacional. Estas provincias fueron: Tierra del Fuego, Catamarca, Formosa, La Rioja, Santa Cruz, Chaco, San Luis y San Juan.



Análisis financiero

I. Stock de deuda

Las provincias enfrentan importantes desafíos financieros, ya sea por desequilibrios entre ingresos y gastos o por la necesidad de atender compromisos de deuda. En este contexto, el análisis del stock de deuda provincial permite comprender tanto las decisiones de financiamiento previas como las condiciones económicas actuales.


Al cuarto trimestre de 2024, el stock de deuda consolidado de las provincias asciende al 26% de sus ingresos totales, con una composición del 79% en moneda extranjera y el 21% en moneda local. El 53% de esta deuda se concentra en la provincia de Buenos Aires, seguida por Córdoba (9%), la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (8%) y Neuquén (5%).


Cabe destacar que Buenos Aires y La Rioja presentan los mayores niveles de deuda en relación con sus ingresos, superando el 40%. Por el contrario, San Luis, Santa Cruz, Formosa, Catamarca, Corrientes, Misiones y Tucumán registran ratios de deuda inferiores al 5% de sus ingresos, reflejando una situación financiera más holgada. Ver Tabla I: Stock de deuda como % de los ingresos totales por provincia y por moneda.


Al analizar el stock como porcentaje de los ingresos totales, se evidencia que este trimestre presenta el nivel más bajo de los últimos diez años.

Por otra parte, cabe recordar que el aumento del stock de deuda registrado en 2023 se explica, en gran medida, por la fuerte devaluación ocurrida en diciembre de ese año, la cual constituyó una de las primeras y más relevantes medidas adoptadas por el presidente Javier Milei tras asumir el cargo.




Al analizar el stock de deuda provincial a nivel consolidado con una perspectiva histórica, se observa que entre 2005 y 2013 tanto el volumen total como la composición por moneda se mantuvieron relativamente estables. No obstante, entre 2013 y 2015 tuvo lugar una reducción significativa del endeudamiento, especialmente en moneda local. A partir de 2016, se registró un fuerte incremento del stock en moneda extranjera, que alcanzó máximos históricos en 2017.


Este comportamiento refleja un patrón similar al observado a nivel nacional durante ese período, caracterizado por un proceso de endeudamiento acelerado en moneda extranjera. Como resultado, se revirtió la composición del stock de deuda: mientras antes predominaban los pasivos en moneda local, en los últimos años se consolidó un perfil mayoritariamente en moneda extranjera. Tal es así que, en los dos últimos años, casi el 80% del stock se encuentra denominado en divisas.



En cuanto a la composición del stock de deuda, se destaca el crecimiento de los títulos públicos en los últimos años, a pesar de que su participación se redujo en tres puntos porcentuales durante el último año, en paralelo con un aumento del financiamiento proveniente de organismos internacionales. Ver Gráfico XVII. Composición del stock de deuda consolidada.


Al cuarto trimestre de 2024, los títulos públicos representan el 73% del total, con una composición mayoritariamente en moneda extranjera. En segundo lugar, se ubican los préstamos de organismos internacionales, que concentran el 20% del stock. El 7% restante corresponde a deudas contraídas con entidades bancarias y financieras, el Gobierno Nacional, el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) y el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR).


A continuación, se muestra la composición del stock de deuda por provincia para el cuarto trimestre de 2024.



II. Servicios de deuda

El proceso de endeudamiento masivo en moneda extranjera durante 2018 y 2019 implicó un fuerte aumento en los pagos de servicios de deuda provinciales —tanto en capital como en intereses—, lo que redujo el margen fiscal para otros gastos.


La irrupción de la pandemia de COVID-19 profundizó esta situación, al requerir una reasignación urgente de recursos hacia áreas sanitarias y sociales, en un contexto de crecientes restricciones externas para acceder a divisas. En 2024, los servicios de deuda de las provincias representaron el 6% de sus ingresos, mayormente en moneda extranjera.


III. Próximos vencimientos

Para el resto de 2025, las provincias deberán afrontar vencimientos de deuda por un total de USD 1.880 millones, de los cuales USD 1.377 millones corresponden a amortizaciones de capital y USD 503 millones al pago de intereses. Ver Gráfico XX. Servicios mensuales de títulos públicos en moneda extranjera por principal e intereses.


A continuación en la Tabla II, se presenta el desglose de los servicios mensuales en moneda extranjera por provincia para ese año:




Por último, se detallan los servicios anuales en moneda extranjera hasta el año 2030:













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