

Un mercado con liquidez extraordinaria, pero reservas bajo presión
El Tesoro Nacional anunció que comenzará a participar en el mercado libre de cambios con el objetivo de aportar liquidez y garantizar su normal funcionamiento. Si bien la medida puede contribuir a morigerar la volatilidad de corto plazo, también implica que se destinen dólares del propio Tesoro a sostener el mercado, en un contexto donde las reservas internacionales continúan bajo presión. El riesgo es que, sin un flujo sostenido de ingresos por exportaciones o financiamiento neto, esta estrategia resulte difícil de mantener en el tiempo y termine debilitando la capacidad de pago del sector público en lugar de fortalecerla. Además, resulta significativo que el Tesoro asuma funciones que corresponden al BCRA, lo que acentúa la desinstitucionalización y expone la fragilidad del esquema actual.
Este giro se explica porque el mercado de cambios volvió a mostrar en julio un dinamismo inédito. El volumen operado alcanzó los USD 45.880 millones, más del doble que en igual mes de 2024. La desregulación implementada en abril para las personas humanas amplió la demanda mes a mes, mientras que la oferta se sostuvo gracias a las liquidaciones récord de exportaciones, al comercio de servicios y a operaciones financieras vinculadas con colocaciones de deuda. Este escenario colocó al mercado en una fase de gran liquidez, aunque no exenta de tensiones.
En este contexto, la cuenta corriente cerró su segundo mes consecutivo en terreno positivo, con un superávit de USD 1.374 millones. El resultado estuvo impulsado por la liquidación anticipada de exportaciones de fines de junio, que se adelantaron para aprovechar la baja transitoria en las alícuotas de retenciones y sumaron más de USD 10.000 millones.
Gráfico I: Cuenta corriente cambiaria en últimos 24 meses.
En millones de USD.

Fuente: elaboración propia en base a BCRA.
En el acumulado de los primeros siete meses del año, las exportaciones se ubicaron en niveles
récord para la última década, favorecidas por un tipo de cambio efectivo competitivo y por la
mayor capacidad exportadora del sector energético.
El sector oleaginosas y cereales fue nuevamente el principal oferente de divisas, con ingresos netos
por USD 4.632 millones. Le siguieron petróleo (USD 1.128 millones) y alimentos, bebidas y tabaco (USD 857 millones). Más allá de la concentración en este grupo de actividades, el resto de los sectores productivos también aportó en conjunto un saldo positivo, que consolidó la fortaleza de la oferta. Los pagos por importaciones de bienes se ubicaron entre los más altos de los últimos nueve años. Este aumento respondió, por un lado, a la flexibilización de las restricciones sobre el acceso al mercado y, por otro, al mayor volumen de operaciones que se registró en el nuevo esquema cambiario.
El comercio de servicios mostró igualmente un volumen elevado en ambas puntas: exportaciones e importaciones marcaron máximos históricos. Sin embargo, el resultado fue deficitario en USD 626 millones en julio y en USD 6.800 millones en el acumulado del año. En este rubro destacó el turismo emisivo, con egresos netos por USD 663 millones en el mes, lo que confirma la fuerte salida de divisas asociada a viajes y pasajes.
El principal foco de tensión se concentró en la cuenta financiera. En julio cerró con un déficit de USD 2.434 millones, explicado por dos factores: la elevada demanda de divisas por parte de personas humanas, que registraron compras netas por USD 5.807 millones, y los pagos de amortizaciones de títulos soberanos efectuados por el Gobierno Nacional. Este flujo de formación de activos externos se ubicó en niveles equivalentes a los registrados en 2017-2016, evidenciando la persistencia de la dolarización de portafolios a pesar de la mayor estabilidad cambiaria.
Gráfico II: Operaciones de las personas humanas en el MULC.
En millones de USD.

Fuente: elaboración propia en base a BCRA.
El Tesoro Nacional también aprovechó el contexto para adquirir USD 1.226 millones en el mercado, mientras que el BCRA optó por no intervenir en el segmento spot. Aun así, las reservas internacionales cerraron el mes con una caída de USD 1.107 millones y se ubicaron en USD 38.866 millones. La merma respondió principalmente a los pagos de capital por USD 2.711 millones y de intereses por USD 1.516 millones de títulos públicos, que en conjunto superaron los USD 4.200 millones.
En definitiva, julio mostró un mercado con liquidez extraordinaria gracias a las exportaciones récord y al ingreso de capitales privados, pero con reservas presionadas por la dolarización de carteras, el déficit en servicios y los pagos de deuda. Sin embargo, la liquidación anticipada y extraordinaria podría poner en jaque los saldos de la cuenta corriente cambiaria en los próximos meses, al reducirse de manera significativa el flujo de exportaciones. La continuidad del régimen cambiario dependerá de que se sostenga este doble flujo: exportador y financiero.


