
SALDO SUPERAVITARIO EN RETROCESO: Crecimiento de importaciones y desafíos para la producción local
En febrero de 2025, el saldo de la balanza comercial de bienes volvió a ser superavitaria alcanzado los USD 227 millones. Este resultado fue impulsado por el avance de las exportaciones (10,1% i.a.), que totalizaron USD 6.092 millones y de las importaciones, que sumaron USD 5.864 millones (42,3% i.a.).
Si bien las importaciones crecieron significativamente de manera interanual, debe considerarse que en los primeros meses de 2024 la actividad económica se encontraba reprimida como consecuencia de la devaluación de diciembre de 2023 y que permanecían restricciones sobre los plazos de pago de los productos provenientes de otros países.
En el acumulado del primer bimestre, las exportaciones fueron de USD 11.981 millones (9,6% i.a.), mientras que las importaciones alcanzaron los USD 11.612 millones (32,9% i.a.), arrojando un saldo comercial positivo de USD 369 millones.
Gráfico I: Balanza comercial de bienes.
En millones de USD.

Fuente: elaboración propia en base a INDEC.
Aun teniendo en cuenta la baja base de comparación y la presencia en los últimos meses de un mayor dinamismo comercial, se advierte que durante febrero el saldo de la balanza se redujo en USD 1.182 millones respecto al mismo período del año anterior, marcando una contracción del 83,9%.
Esto se explica por la estabilización en las ventas y por el ritmo de crecimiento que vienen experimentando las importaciones desde diciembre de 2024. La apreciación cambiaria y la flexibilización arancelaria, entre otros factores, permitieron que las compras en el exterior se incrementen y que incluso superen la elasticidad histórica respecto al PIB (cercana a 4 cuando era de 3).
Al analizar las importaciones de febrero de 2025 por uso económico, se observa que los principales incrementos se verificaron en Bienes de capital (77,9% i.a.) y Bienes de consumo (77,4% i.a.). La dinámica creciente en la importación de estos últimos afecta negativamente la producción local de distintos bienes, tales como alimentos y bebidas, textiles y electrónica.
Gráfico II: Importaciones de bienes por uso económico.
En millones de USD.

Fuente: elaboración propia en base a INDEC.
Por el lado de las exportaciones, se observa que durante febrero las ventas crecieron interanualmente como consecuencia de las cantidades exportadas dado que los precios disminuyeron. Mientras el escenario internacional no mejore y China e India no logren el crecimiento esperado que permita una mayor demanda de alimentos, la recuperación en los precios parecería no estar cercana.
Los rubros que más aportaron al aumento general fueron las manufacturas de origen industrial (15,4% i.a.) y los productos primarios (12,9% i.a.).
Gráfico III: Exportaciones de bienes por rubro.
En millones de USD.

Fuente: elaboración propia en base a INDEC.
Adicionalmente, debe destacarse que durante febrero la balanza comercial con los principales socios fue en la mayoría de los casos deficitaria. El comercio con Brasil (país con mayor relación comercial) mostró una baja en las exportaciones de 12,5%, mientras que las importaciones crecieron un 47,9%, ampliando el déficit. Este salto es explicado por las compras en el sector automotriz, que presentaron un crecimiento interanual del 70%.
Nuevamente, la combinación de una baja base de comparación, la eliminación de impuestos a las importaciones y la apreciación cambiaria, impactaron en este resultado.
Si bien la balanza comercial de bienes se mantiene en terreno positivo, la fuerte reducción del saldo evidencia una tendencia preocupante. El crecimiento de las importaciones por encima de las exportaciones pone en riesgo la producción local y el equilibrio de las cuentas externas.
Además, la apreciación cambiaria y la eliminación de restricciones arancelarias han incentivado una mayor dependencia de bienes importados, lo que compromete la competitividad de la industria nacional. En un contexto de reservas en descenso y con un panorama internacional poco favorable para la recuperación de los precios de exportación, la sostenibilidad del superávit comercial se ve cada vez más comprometida.
Será clave revisar las políticas cambiarias y comerciales para evitar un mayor deterioro del sector externo y su impacto en la economía local.