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¿POR QUÉ SI HUBO QUITA DE SUBSIDIOS VAMOS A PAGAR LA ENERGÍA DOS VECES?

Introducción

Durante los últimos años, el partido político en el gobierno hizo hincapié en que el estado gastaba demasiado dinero en subsidios a la energía, especialmente a la energía eléctrica que no reflejaba el costo “real” de su producción. Como respuesta, al asumir, el gobierno procedió al aumento masivo de facturas eléctricas que superaron el 600% en algunos casos, para que las facturas reflejen lo que la electricidad “realmente sale”.


Sin embargo, según ha trascendido en medios, de todas formas se deberán pagar subsidios porque el dinero que pagaron las familias por la energía, que representa alrededor del 45% de su boleta de luz, no “llegó”. ¿Qué sucedió? Muchas distribuidoras de energía, como Edesur, Edenor, Edelap o la Dirección Provincial de Corrientes, entre otras, no cumplieron en 2024 con su obligación de transferir los fondos que reciben de los usuarios para pagar “el costo real” de la energía. Es decir, la plata que se pagó en las facturas de electricidad para remunerar la energía eléctrica no fue usada con ese fin.


En lugar de eso, retuvieron el dinero generando un faltante que acumuló, solo en 2024, una deuda cercana a los 1.300 millones de dólares. En este contexto, se ha presentado un plan para que el Estado perdone esa deuda y cubra los 1.300 millones faltantes con plata de contribuyentes y, además, otorgue un premio a las distribuidoras de energía que sí procedieron al pago de la energía. Ese premio también se va a pagar con la plata de nuestros impuestos.


En este informe, desglosamos los componentes de la factura, explicamos cómo debería fluir el dinero a través del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), y exploramos la propuesta del gobierno, que en lugar de exigir a las distribuidoras que regularicen la cadena de pagos y devuelvan lo que corresponde, plantea perdonarles esta deuda y generar una nueva que también paguen las familias.


En definitiva, terminaremos pagando la luz dos veces: una en nuestras facturas y otra en nuestros impuestos.



1. La cadena de pagos del sector eléctrico: ¿Qué pagás en tu factura?

La electricidad que llega a nuestros hogares es el resultado de una compleja cadena de pagos que comienza con las facturas mensuales que abonamos. Estas facturas no solo reflejan nuestro consumo sino que son el pilar que sostiene todo el sistema eléctrico: desde las generadoras que producen la energía, pasando por los transportistas que la distribuyen, hasta las empresas encargadas de llevarla a cada rincón del país.


Para entender esta dinámica, es fundamental entender cómo las tarifas que pagamos recorren una compleja cadena de pagos. En el centro está el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), gestionado por CAMMESA, una sociedad mixta que coordina a los principales actores del sistema: generadoras, transportistas, distribuidoras, grandes usuarios y el Estado Nacional.


¿Qué rol cumple CAMMESA?


CAMMESA, actualmente, tiene una tarea clave: gestionar la compra y venta de energía para garantizar el funcionamiento continuo del sistema eléctrico. Esto implica calcular el costo de la energía en función de la demanda, proyectar valores para que la Secretaría de Energía apruebe las tarifas, y distribuir los fondos recaudados entre generadores y transportistas.


¿Qué pagás en tu factura?


Las facturas de electricidad que los usuarios abonan, financian cuatro componentes principale

1. Costo de la energía: es el mismo para todo el país.

2. Transporte: el costo de llevar la electricidad desde las generadoras hasta las distribuidoras.

3. Distribución: varía según la provincia y cubre el servicio de las distribuidoras.

4. Impuestos y tasas: incluyen cargas impositivas nacionales, provinciales y municipales.


¿Cómo funciona la cadena de pagos?


1. Pago de los usuarios: las familias, comercios e industrias pagan sus facturas a las distribuidoras, quienes recaudan este dinero para cubrir los costos del servicio eléctrico.

2. Distribuidoras: estas empresas, retienen de la factura lo que corresponde al servicio de distribución, y transfieren los fondos correspondientes al costo de la energía y transporte

CAMMESA. Sin embargo, si no lo hacen, el flujo de pagos se interrumpe, poniendo en riesgo todo el sistema.

3. CAMMESA: calcula los costos que deben abonarse a las generadoras y transportistas. Luego utiliza los fondos recibidos de las distribuidoras para pagarles por la energía producida y el servicio de transporte. Si las distribuidoras no pagan la energía, el faltante lo cubre el Estado Nacional y se genera una deuda entre las distribuidoras y CAMMESA.

4. Generadoras y transportistas: son quienes producen la energía y la trasladan a los usuarios a

través del sistema de transporte. Ejemplos de generadoras incluyen centrales como Yacyretá o Atucha y empresas de transporte como Transener.

5. Gobierno Nacional: si las distribuidoras no transfieren lo recaudado, el gobierno debe cubrir el déficit mediante subsidios, financiados con aportes del Tesoro Nacional


¿Dónde se rompe la cadena?


Aunque los usuarios pagan sus facturas, si las distribuidoras no transfieren los fondos a CAMMESA esta no puede pagar a las generadoras y transportistas. En este caso, el gobierno nacional, con tus impuestos, cubre la diferencia, lo que implica que los argentinos terminan pagando dos veces: una a través de sus facturas y otra mediante impuestos.


2. ¿Qué pasó en 2024?

En 2024, el gobierno nacional, con la promesa de bajar los subsidios a la energía para normalizar la macroeconomía y mantener el plan económico, avanzó con el aumento de tarifas, las cuales vieron más que duplicarse sus montos en dólares.


Esta medida y otras fueron anunciadas como formas de reducir el déficit al disminuir las transferencias del Tesoro haciendo que la gente pague “el costo real de la energía”. En la práctica y como se ve en el siguiente gráfico el impacto que tuvo en los usuarios fue significativo, especialmente en los hogares de ingresos bajos (N2) e ingresos medios (N3):




A pesar de estas medidas, que impactaron de forma directa en el bolsillo de la gente en 2024, en las últimas semanas, diversos medios de comunicación informaron que numerosas distribuidoras eléctricas no trasladaron a CAMMESA el dinero que la gente pagó en sus facturas de luz en concepto de costo de energía y transporte. La deuda aumentó más de un 163% en el 2024, pasando de 394.708 millones a 1.041.413 millones de pesos según los datos disponibles a noviembre de 2024 (de USD 475 millones a USD 1.000 millones al tipo de cambio oficial del momento). Este desequilibrio se cubrió con plata del tesoro a espera de que las distribuidoras paguen.


Ahora se ha anunciado una propuesta del gobierno para que CAMMESA perdone casi 1.300 millones de dólares en deudas a distintas empresas, que entonces no pagarán el dinero que retuvieron.



3. La Política de cubrir la deuda de las empresas con dinero de los contribuyentes

Para abordar esta situación, el gobierno, que no ha hecho pública la lista de empresas morosas, ahora propone un decreto que buscaría refinanciar los pasivos acumulados por las distribuidoras, estableciendo plazos de gracia y condiciones de pago más favorables. Este decreto propondría refinanciar la deuda acumulada y otorgar ciertos períodos de gracia de 12 meses con plazos de pago de 72 meses con condonación parcial de la deuda en algunas circunstancias.


Por otro lado, a las distribuidoras que sí pagaron a CAMMESA, cuya lista tampoco ha tomado estado público, se les ofrecerá notas de crédito que podrán descontar de sus pagos futuros. Lo que les permitirá retener en meses futuros lo que paga la gente, y que ese dinero lo cubra el Estado durante el 2025. ¿Quienes son los perjudicados? Todos los argentinos que hacen el esfuerzo de pagar la totalidad de sus facturas de luz y deben volver a cubrir esa diferencia con impuestos.


4. ¿Es la primera vez que ocurre?

No, esto ya lo hemos visto antes. En la Ley de Presupuesto 2021, prorrogada en 2022, también se avanzó con la condonación de deudas. Sin embargo, hay dos diferencias clave respecto a esa situación:


1. El marco legal y político: Aquella condonación fue aprobada por el Congreso Nacional dentro de la Ley de Presupuesto, con el respaldo de un debate parlamentario que incluyó a representantes de todos los espacios políticos.

2. El destino del subsidio: En ese entonces, el Estado Nacional subsidiaba directamente el costo de la energía para los usuarios. Esto significaba que las familias y comercios pagaban menos en sus facturas, ya que parte del precio de la energía era cubierto con fondos del Tesoro de por sí.


¿Por qué esta diferencia es importante?


Porque hoy el panorama es muy distinto. Primero, los usuarios pagan la totalidad del servicio. Durante 2024, las tarifas eléctricas aumentaron significativamente, en algunos casos hasta un 600%, con el argumento de que era necesario eliminar los subsidios para sostener el sistema económico. Segundo, el subsidio seguiría existiendo pero sería en beneficio de las empresas, no de las personas. A pesar de los aumentos, las distribuidoras no transfieren los pagos a CAMMESA. El Estado Nacional termina cubriendo ese déficit con aportes del Tesoro, pero en lugar de aliviar a los usuarios, este subsidio indirecto financia a las empresas distribuidoras.


En resumen, a las personas se les exigió pagar el costo completo del servicio bajo la premisa de que no era deseable subsidiar más la energía. Ahora, la energía sigue siendo subsidiada, pero el beneficio llega a los usuarios, sino a las empresas distribuidoras. En otras palabras, los argentinos pagan dos veces: primero en sus facturas y luego con sus impuestos. Esto no es un subsidio a las personas, sino a los empresarios que rompen la cadena de pagos y, aun así, son favorecidos.


5. Conclusión

Si el decreto que propone el gobierno avanza, las distribuidoras que no cumplieron con la cadena de pagos serán las grandes beneficiadas: habrán retenido los fondos que las familias argentinas pagaron en sus facturas, fondos que debían ser destinados a CAMMESA para sostener el sistema eléctrico. Mientras tanto, el Estado continuará cubriendo las deudas de estas empresas con subsidios que, paradójicamente, son financiados por los mismos usuarios a través de sus impuesto


Es legítimo preguntarse: ¿por qué las familias no reciben el mismo trato? Si alguien deja de pagar la luz durante 12 meses, ¿le perdonarían la deuda como hacen con estas empresas?


 





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